Integración del hombre y la máquina: un nuevo enfoque para los almacenes de alimentación modernos
Como una de las cadenas de suministros más reiteradas y más maduras y conocidas en todas las industrias, la cadena de suministro de alimentación ha dominado a la perfección los procesos relativos a todos los aspectos de las operaciones de almacén, ya que los minoristas de alimentación operan en torno a márgenes de ganancias inusualmente bajos. No es sorprendente que los centros de distribución de alimentos hayan apostado cada vez más por la automatización para reducir el trabajo manual y aumentar la eficiencia general con el objetivo de que los productos frescos lleguen a los estantes lo más rápido posible.
Los compradores son cada vez más selectivos con respecto a los alimentos frescos. En 2017, los alimentos frescos representaron el 30,5 por ciento de las compras de alimentación, con un aumento importante en las ventas de productos frescos, panadería y embutidos.[1] Esta demanda de los consumidores es una medida de presión sobre los centros de distribución de alimentos para que suministren alimentos frescos de manera rápida, transparente y con la mejor calidad. Además, cuando los centros de distribución de alimentación adoptan el comercio electrónico y experimentan con esta nueva modalidad de venta, la cadena de suministro debe funcionar literalmente como una máquina, con muy poco margen para el error.
Evolución de la automatización eficiente de los centros de distribución de alimentos
Para operar como una máquina bien engrasada, se necesitan máquinas, por lo que no es de extrañar que los centros de distribución de alimentos hayan aumentado recientemente sus inversiones en automatización para mejorar el control de calidad de los alimentos, cumplir la normativa y satisfacer necesidades especializadas, como facilitar el flujo de productos en entornos con temperatura controlada. Sin embargo, los centros de distribución de alimentos pueden enfrentarse a limitaciones cuando se utilizan y combinan diversos tipos de automatización. Los equipos de clasificación, los sistemas automatizados de almacenamiento y recuperación, los transportadores y la robótica pueden entrar en conflicto entre sí, además de con los empleados del almacén.
¿Cuál es el resultado? Inversiones en tecnología desperdiciadas, uso ineficiente de la mano de obra y mayor tiempo de comercialización de sus productos frescos. Un uso ineficiente de la automatización también perjudica a los centros de distribución de alimentos, que se enfrentan al mayor desafío hasta la fecha de enviar una gama más amplia de productos para satisfacer la demanda del cliente mediante pedidos de alimentación en tienda y en línea.
Por ejemplo, supongamos que un centro de distribución de alimentos ha invertido en sistemas automatizados de almacenamiento y recuperación (ASRS) que aprovechan la robótica industrial para garantizar un almacenamiento y una recuperación de alimentos de alta eficiencia y poca manipulación. Este sistema de ASRS automatiza el transporte paletas, cajas o bolsas de artículos desde el almacenamiento a una estación tripulada avanzada, a la vez que mantiene la temperatura constante. Se pueden incorporar robots automatizados de despaletización para descomponer esas paletas en unidades más pequeñas que un empleado pueda recoger a mano. ¿Cómo se optimizan esas máquinas para trabajar juntas en tal escenario? ¿Y cómo se coordinan eficientemente esas máquinas con los trabajadores?
¿Cómo equilibra un centro de distribución de alimentos la distribución automática y estática de los alimentos con cambios bruscos de la demanda de ciertos artículos festivos? Satisfacer esta necesidad puede requerir una toma de decisiones humana creativa y en tiempo real, así como nuevas ubicaciones dinámicas temporales, que pueden entrar en conflicto con un diseño estático y automatizado.
Estos escenarios resaltan la necesidad de que los sistemas de suministro de pedidos se integren con los subsistemas de automatización para ayudar a determinar el siguiente movimiento que maximice de forma integral la utilización de activos y el rendimiento en el almacén. Si se incluye el comercio electrónico a la ecuación, contar con sistemas integrados pasa a ser esencial, ya que los vendedores deben evaluar continuamente la prioridad de los pedidos para garantizar procesos de cumplimiento optimizados que cumplan o superen las expectativas de los consumidores y los acuerdos de niveles de servicios para artículos frescos y pedidos individuales.
El flujo de pedidos permite que los centros de distribución de alimentos cumplan con las demandas del comercio electrónico
Para aprovechar las ventajas de la eficiencia del procesamiento por lotes, a menudo se utiliza el acopio por lotes con la reposición del estoc de alimentos tradicional con palets y cajas enviados a las tiendas. No obstante, el proceso no es eficiente si los pedidos necesitan ajustes de última hora o se desperdicia mano de obra entre los lotes. El acopio sin lotes es útil para la priorización de pedidos de comercio electrónico, ya que se centra en pedidos únicos y con límites de tiempo que a menudo requieren un procesamiento del pedido el mismo día. La sofisticación requerida puede suponer un desafío para los centros de distribución de alimentos tradicionales, especialmente si cuentan con artículos frescos y perecederos.
Mediante la preparación simultánea de pedidos por lotes, sin lotes o en flujo continuo, un centro de distribución de alimentos puede reponer con eficiencia los productos de la tienda y ocuparse de los pedidos directos a los consumidores en una sola plataforma. Para garantizar que los pedidos se tramitan de la manera más eficiente posible, un sistema de gestión de almacén (WES) integrado dentro del WMS proporciona al centro de distribución de alimentos información en tiempo real sobre la capacidad de la mano de obra y de las máquinas para ocuparse de la tramitación de pedidos por lotes y sin lotes en un momento dado. Esto permite a los centros de distribución de alimentos combinar los procesos tradicionales de la cadena de suministro de eficacia probada con los procesos modernos de comercio electrónico; ambos integran de manera efectiva la mano de obra y las máquinas para centrarse en suministrar productos frescos de la más alta calidad a los consumidores lo más rápido posible.
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Por lo tanto, aunque la automatización ayuda a mejorar la velocidad y a reducir los costes laborales variables, se pueden perder eficiencia con un sistema que carece de un vínculo perfecto entre las herramientas de automatización que conectan todos los pasos del flujo de trabajo del procesamiento de pedidos. Para que los centros de distribución de alimentos puedan competir, satisfacer a los clientes y mantener los costes bajos, este sistema es esencial para sobrevivir a la intensa competencia y la creciente demanda de alimentos frescos de los consumidores.
[1] “La transparencia alimentaria impulsa el crecimiento de los departamentos de productos frescos.” New Hope Network. Deanna Pogorelc. 11 de mayo de 2018